http://www.abc.es/ciencia/20150929/abci-mars-201509290352.html
¿Segur que l'home va arribar a la Lluna?
http://astrociencia-universo.blogspot.com.es/2011/07/viaje-del-hombre-la-luna-la-verdad.html
Para poder acceder a las pruebas pincha en este enlace:http://LearningApps.org/join/nyqb10r5
L'ELECTRICITAT DE LES ARANYES
Todos sabemos que las telas de araña tienen un pegamento que no permite a los insectos escapar una vez que han caído en ellas. Pero ¿sabías que la física también juega un rol importante en esta trampa? En 2013 unos científicos descubrieron que las telas de arañas atraían a los insectos con cargas eléctricas.Cuando un insecto pasa cerca de ella, la tela de araña es atraída hacia su cuerpo gracias a su pegamento conductor de electricidad. Según los expertos de la Universidad de Oxford, estas propiedades electroestáticas en el pegamento son atraídas por todas las partículas cargadas de electricidad –sin importar si son cargas positivas o negativas– y, como los insectos voladores generan electricidad estática debido al movimiento, caen en sus redes.
Lo mejor de todo esto es que National Geographic realizó un pequeño experimento para demostrar cómo funciona este mecanismo. Así que prepárate para ver el espectáculo:
Açò és una fal·làcia, una llegenda urbana.
Diverses raons ho demostren:
- La quantitat d'oxigen que consumix una planta és molt menor que la que consumix una persona. Si la fal·làcia fora certa, en habitacions on dormen 3 o més persones, trobarien algun mort l'endemà. I què em dius de les classes on hi ha més de 25 xiquets? I per què mentres dorms i no pel dia?
A més, l'habitació està tan hermèticament tancada que no entra oxigen per cap lloc.
Per tant, dormir amb plantes no sols no és perjudicial, sinó tot al contrari, ompli la nostra habitació d'oxigen per a nosaltres ja que elles no necessiten tant. Per això ha anat sobrant al llarg d'estos 3000 milions d'anys, fins a arribar al 21% actual en la nostra atmosfera.
Com ja vam comentar en classe els antibiòtics actuen sobre els bacteris i no sobre els virus.
Per aixó, intentar curar-se una grip o refredat (causats per virus) amb antibiótics no és efectiu, al revés, és perjudicial.
Múltiples virus bacteriófagos (pequeños, a la izquierda) unidos a la pared celular de una bacteria (mucho más grande, a la derecha).
LA GRAN BARRERA DE CORAL.
La tercera part de les espècies de peixos viuen en els esculls de coral. El calfament global està matant la gran barrera de coral australiana ja que la calor està fent que el coral es blanquege i muira. Per tant, si continuem contaminant el nostre planeta, ens quedarem sense peixos.
LA RAJOLA AMENAÇA NOSTRES PARCS NATURALS.
Sabies que almenys 10 parcs naturals espanyols estan aguaitats per l'urbanisme. Els governs de les comunitats i les constructores volen guanyar diners a costa de destruir espais naturals protegits.
Quan es construïx en un parc natural es perd eixe parc per sempre i només es beneficien uns pocs.
PARCS NATURALS DE LA COMUNITAT
En Maig pots conèixer els nostres parcs naturals.
L'ENGANYÓS MAPAMUNDI DELS LLIBRES (Publicat en la "Voz de Galicia" el 5 de Març del 2015)
Gerardus Mercator: por culpa de este señor, Europa se cree el ombligo del mundo
Los mapamundis con los que
aprendimos geografía mundial en el colegio poco tienen que ver con la realidad.
Actualmente, existen más de 400 proyecciones distintas para reflejar la
superficie terrestre. Ninguna de ellas es exacta al cien por cien
La de Gerardus
Mercator es sin embargo la más extendida. Sitúa en el
centro de la diana al viejo continente europeo. Grande y dominante.
Que limita al este con Asia, al sur con África y al oeste con América. No es
difícil imaginar, sin embargo, que Europa no es el ombligo del mundo, que
cada zona geográfica acostumbra a girar el globo terráqueo a su antojo para ubicarse
en primer plano. Pero, ¿y si además de un problema de brújula existiese un
disparidad de opiniones en cuanto a tamaños?
En el mapamundi de Gerardus
Mercator el territorio europeo presume de un tamaño mayor que
Sudamérica, pero la realidad es otra. El flamenco no quiso
engañar deliberadamente al mundo, simplemente erró en las dimensiones al
intentar plasmar un planeta esférico en una superficie plana, el gran reto,
todavía sin resolver desde el siglo XVI, de los cartógrafos. Acertó
con la forma de los continentes, pero no con los tamaños.
Su proyección, presentada en 1569, estaba orientada a la
navegación marítima,
al representar las líneas de navegación constante con segmentos rectos. Sin
embargo, su particular y distorsionada visión del mundo comenzó a
instalarse poco a poco en el subconsciente colectivo, convirtiéndose en un inamovible
dogma geográfico.
Lo que hace la
proyección de Gerardus Mercator es tratar a
la Tierra como un globo hinchable que se introduce dentro
de un cilindro y se hincha en su interior. Imaginen que al ocupar
todo su volúmen quedase el mapa impreso, calcado, en su
superficie. Si ese cilindro se cortase -a lo largo- y se desplegase, el
resultado sería el mapamundi que todos nos imaginamos: una representación que exagera
el tamaño de las zonas más alejadas del ecuador.
De esta forma, el mapa
de Gerardus Mercator pinta a Groenlandia del mismo tamaño que África,
cuando África es catorce veces mayor que la isla. Alaska tampoco es
similar a Brasil; este le gana cinco veces. Y Europa, nuestra gran Europa, es
siete millones de kilómetros cuadrados más pequeña que Sudamérica. Y no,
tampoco el hemisferio norte tiene más peso que el sur. La realidad es que el
sur ocupa el doble de espacio, unos 100 millones de kilómetros
cuadrados. El debata ha alcanzado tales dimensiones que incluso le dedican un
diálogo en un capítulo de la serie norteamericana El ala oeste de la casa
blanca.
En el año 1974 hubo, sin embargo, un conato de derrocamiento del planisferio
de Gerardus Mercator a cargo de Arno Peters.
Su
representación se mantenía fiel a las superficies de los países,
pero no a sus formas. Así, el nuevo mundo -que de nuevo tenía poco;
tiempo después se descubrió que plagiaba una tesis elaborada en 1855 por
el religioso escocés James
Gall- se destapaba flaco, consumido, tanto que algunos
cartógrafos lo catalogaron, textualmente, de calzoncillo largo,
mojado y andrajoso, colgado del Ártico tras un largo invierno.
Tal y como anotaron varias y prestigiosas asociaciones
cartográficas en 1989, el mundo no tiene bordes rectos. Tampoco esquinas
afiladas. Cientos de fórmulas han intentado hacernos ver cómo es realmente,
dibujar sus hechuras, sus contornos, muchas de ellas al gusto del dibujante. Peters
consideraba que el
gráfico de Gerardus Mercator sobrevaloraba al hombre blanco y distorsionaba la imagen
del mundo para ventaja de los colonialistas. No iba muy desencaminado.
La concepción del planeta del flamenco favorecía los
intereses de las potencias dominantes en el siglo XVI. Eran los más visibles,
los que más superficie ocupaban. Ni lo son, ni tampoco están donde entonces
creían estar. Gerardus Mercator enunció una realidad. Y el
mundo de entonces le creyó. Quiso creerle. Amparó sus conjeturas. ¿Y si no lo
hubiesen hecho? ¿Y si China dominase hace quinientos años el mundo? ¿Quién
dice qué es real y qué no lo es?
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